En la industria alimentaria, la gestión del aceite usado no es únicamente una tarea operativa: es un componente esencial para la sostenibilidad, el cumplimiento normativo, la inocuidad y la reputación empresarial. Sin embargo, es común que muchos profesionales del sector —incluyendo panaderías, pastelerías, cocinas industriales, restaurantes y plantas de producción— desconozcan la magnitud del impacto que este residuo puede generar o no tengan claridad sobre cómo administrarlo de forma correcta.
Si este es su caso, no se preocupe. En este artículo encontrará un contexto claro y práctico, acompañado de recomendaciones puntuales para reciclar y disponer adecuadamente el aceite usado dentro de su operación.
¡Bienvenido(a)!
¿Por qué es crucial gestionar adecuadamente el aceite usado en la industria alimentaria?
Cada año, los establecimientos gastronómicos e industriales generan grandes volúmenes de aceite que, si se manejan de forma inadecuada, pueden causar impactos ambientales significativos —contaminación de fuentes hídricas y suelo, obstrucciones en los sistemas de drenaje y afectación del saneamiento general de las instalaciones—.
El riesgo no es menor: estudios citados por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) indican que un solo litro de aceite usado puede contaminar hasta 40.000 litros de agua, lo que convierte este residuo en uno de los más problemáticos dentro de la operación alimentaria.
Además del impacto ambiental, la normativa colombiana exige una gestión responsable. La Resolución 0316 de 2018 del MADS establece que “toda persona está obligada a abstenerse de verter aceite de cocina usado en fuentes hídricas, en los sistemas de alcantarillado o en el suelo”, lo cual implica que un manejo inadecuado puede derivar en sanciones y responsabilidades legales para la empresa.
Por otra parte, cuando se gestiona correctamente, el aceite usado se convierte en un insumo aprovechable dentro de la economía circular. Este material puede transformarse en biodiésel, jabones, ceras o aditivos industriales, entre otros productos. No obstante, según Caracol Radio, “en Colombia se recicla apenas el 1% del aceite de cocina usado”, lo que evidencia la importancia de que las empresas del sector implementen protocolos claros de recolección, almacenamiento y entrega a gestores autorizados.
Adoptar estas prácticas no solo protege el medio ambiente y evita riesgos legales, sino que fortalece la imagen de sostenibilidad y profesionalismo de cualquier negocio del sector, demostrando un compromiso real con el ciclo de vida completo de los productos que utiliza.
Fuentes de aceite relevante en cocinas industriales
Antes de explicar cómo reciclar y disponer correctamente el aceite de cocina usado (ACU), es fundamental identificar de dónde proviene.
En la industria alimentaria, no solo el aceite líquido posterior a procesos de fritura se considera residuo: las grasas y aceites liberados durante la cocción, emulsificación o elaboración de alimentos también forman parte del ACU y deben gestionarse de manera adecuada.
Entre las fuentes más frecuentes se encuentran:
- Aceites vegetales utilizados en procesos de fritura. Incluye el aceite empleado en freidoras industriales, así como el usado en panaderías y pastelerías para buñuelos, churros, bollería y otras preparaciones de repostería. Aunque los sectores sean distintos, el residuo es el mismo: aceite vegetal degradado tras ciclos de fritura.
- Grasas liberadas durante procesos de cocción y formulación. Restos grasos provenientes de salsas, masas, bases culinarias y mezclas industriales que, al calentarse, desprenden pequeñas cantidades de aceite que también deben ser gestionadas como ACU.
Reconocer estas fuentes permite a las empresas implementar sistemas eficientes de recolección, separación y almacenamiento, facilitando su posterior reciclaje y aportando al cumplimiento normativo y a los principios de economía circular.
Cómo reciclar y eliminar correctamente el aceite usado
Para garantizar un manejo responsable del aceite en cocinas industriales, se recomienda seguir los siguientes pasos:
- Enfriamiento del aceite:
Después de la cocción, permita que el aceite alcance temperatura ambiente. Esto evita accidentes y facilita su manipulación.
2. Almacenamiento seguro:
Use recipientes resistentes, herméticos y debidamente etiquetados como “aceite usado”. Se recomienda utilizar envases plásticos limpios y evitar vidrio o bolsas que puedan romperse.
3. Clasificación del aceite:
Separe el aceite que puede reciclarse para biodiésel, jabones o aditivos industriales de aquel que requiere tratamiento especial que ya no es apto para aprovechamiento debido a su alto nivel de degradación Esta práctica permite un reciclaje más eficiente y seguro.
4. Recolección con gestores especializados:
Contacte empresas certificadas en gestión de ACU, que ofrecen recolección en sitio o a través de “puntos limpios”. Estas compañías garantizan que el aceite industrial se transforme en productos de valor agregado, cerrando el ciclo de la economía circular.
5. Cumplimiento normativo:
Asegúrese de cumplir la Resolución 0316 de 2018 del MADS y mantenga registros de entrega, certificados de disposición final y trazabilidad. Evite sanciones por vertido incorrecto de aceite.
Implementar estas prácticas en la industria alimentaria asegura que el aceite deje de ser un residuo problemático y se convierta en un recurso útil.
Iniciativas de reciclaje en Colombia
De acuerdo con el Consejo Colombiano de Seguridad (CCS), el país cuenta con varias iniciativas dirigidas a generadores industriales y comerciales, como restaurantes, franquicias, hoteles y plantas de producción de alimentos. Entre ellas destaca el Programa Manos Verdes de la Alianza Team, que desde 2016 realiza la recolección de aceite usado en empresas del sector y coordina su transformación en productos útiles, como biodiésel o jabones.
De igual manera, empresas como Green-Fuel Colombia, Ecogras y RecOils cuentan con “puntos limpios” y servicios de recolección puerta a puerta, sistemas de trazabilidad, garantizando un reciclaje eficiente y seguro para grandes volúmenes de ACU.
Beneficios de la gestión responsable del aceite
- Reducción de contaminación hídrica y del suelo.
- Menor emisión de gases contaminantes.
- Prevención de obstrucciones en sistemas de drenaje.
- Mejores condiciones sanitarias en las cocinas industriales.
- Cumplimiento normativo que fortalece la imagen ante clientes y socios.
Proingra: aliado en la gestión sostenible del aceite
En Proingra, la sostenibilidad forma parte de nuestra operación diaria. Somos conscientes de que la producción de margarinas, mantequillas y aceites genera residuos orgánicos, por lo que contamos con un sistema integral de recuperación y aprovechamiento de residuos. Estos son entregados a una empresa especializada en recuperación ambiental, que los transforma en abono orgánico, beneficiando tanto la agricultura local como la calidad del suelo y cerrando un ciclo de aprovechamiento responsable.
Como señala nuestro ingeniero ambiental, Óscar de Pablo Cruz, “esta estrategia no solo reduce el volumen de residuos, sino que también contribuye a las actividades agrícolas de la región, fortaleciendo un ciclo de aprovechamiento responsable”.
Lo invitamos a conocer más sobre nuestras iniciativas sostenibles y cómo transformamos los residuos en recursos leyendo nuestro blog: El compromiso de Proingra con el medio ambiente: implementaciones internas.
Y si desea explorar nuestro portafolio de productos, haga clic aquí para más información.
Gracias por leernos.