Cuando hablamos de pasteles, hacemos referencia a la gran variedad de productos horneados de diferentes tamaños, texturas y sabores que se obtienen a partir de la mezcla de ingredientes como harina, huevo, mantequilla, polvo para hornear, azúcar, entre otros, los cuales acostumbran a conmemorar o acompañar un acontecimiento o momento especial. ¡Las opciones son infinitas!
No obstante, estos se clasifican de acuerdo con las técnicas que se emplean en su preparación o según sus ingredientes, los cuales también determinan su densidad, humedad, forma y, por supuesto, calidad.
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Tipos de pasteles
Sin importar cuál sea su objetivo final, tenga en cuenta que lo que siempre se busca es tener una masa homogénea, suave y manejable, característica de todo pastel.
Mantequilla:
Son aquellos que se preparan a través del método acremado, es decir, aquí se bate la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar; luego, se incorporan los huevos y, por último, la harina y cualquier agente leudante (polvo para hornear o bicarbonato de sodio).
Se caracterizan por ser de contextura fina, consistente y suave.
Esponjosos:
En este tipo de pasteles, los huevos son los protagonistas, ya que se pueden incorporar a la preparación enteros, separados o únicamente las claras y, posteriormente, se agregan otros ingredientes, como el azúcar y la harina.
Son esponjosos porque su técnica consiste en batir los huevos hasta llegar al punto de esponjosidad, adquiriendo esta textura sin necesidad de utilizar ningún leudante. Suelen ser productos suaves, blandos y con la particularidad de que no se endurecen cuando se llevan al refrigerador.
Aquí, en esta categoría, el más común es el biscuit o bizcocho francés.
De aceite:
A diferencia de los anteriores, donde se usa mantequilla en gran o poca cantidad, este suele hacerse a base de aceite y puede adicionar huevos batidos para alivianar su textura. Además, para este tipo de tortas, sí requiere agregar leudantes para dar un poco más de volumen a la masa.
Suelen ser húmedos, ligeros y esponjosos, y se pueden decorar con glaseados, betunes, crema pastelera o batida.
Los más comunes son: pastel de zanahoria o pastel Chiffon.
Fermentados:
Como su nombre lo indica, son a base de leudantes y tienden a combinarse con características panaderas, pues algunos se elaboran con masas parecidas al pan. Para llegar a su punto exacto, se debe incorporar harina, azúcar, crema y/o agua, logrando así, una masa más pastelera.
Cabe resaltar que este tipo de pasteles requieren de un horneado de aproximadamente 26 °C para conservar sus propiedades y humedad.
De merengue:
Son pasteles que se caracterizan por elaborarse a través del batido de huevo y aire, con el cual se obtiene una masa suave, tierna y ligera, y donde su volumen aumenta estando en el horno.
Los más populares en esta categoría son:
• Angel food:
Un producto ligero, suave y aireado, que se puede aromatizar con esencia o extractos de vainilla, avellana o almendra; se hornea entre 40 a 50 minutos y, por último, se decora con fruta, azúcar glas, crema batida o cualquier tipo de salsa, por ejemplo, de chocolate.
• Dacquoise:
Es una tarta fina donde sobresalen discos de bizcocho merengado, horneados alrededor de 45 minutos y acompañados o decorados con frutos secos, crema praliné, ganache o azúcar glas espolvoreado.
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Por otro lado, también existen diferentes tipos de pasteles. Esto es, según el:
Sabor:
La variedad es infinita y depende del gusto de cada cliente. Los más conocidos y comunes de hacer son:
• Red velvet:
Este pastel se caracteriza por su color rojo, ya que se le agrega a la masa algún colorante artificial de este color, pero su sabor puede ser de vainilla o de chocolate y se acompaña de un glaseado o cobertura a base de queso crema.
• Vainilla:
En este producto predomina la esencia de vainilla que se adiciona a la preparación.
• Chocolate:
Se incorporan a la masa diferentes derivados de este producto, lo que le proporciona ese color café tan característico.
Tamaño
Los hay de todos los tamaños dependiendo de la percepción del consumidor y de la ocasión: grandes, pequeños, individuales, minis, entre otros.
Así mismo, se pueden encontrar con o sin cobertura, temáticos, sin hornear, helados, hojaldrados, etcétera. ¡En la variedad está el de su preferencia!
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